Y cuando Cat está en el punto de mira para ser asesinada, el único hombre que puede ayudarla es el vampiro que dejó atrás. Estar de nuevo al lado de Bones despierta en ella emociones que había creído perder, desde la adrenalina de cazar vampiros codo con codo a la temeraria pasión que les consume a ambos. Pero el precio que le han puesto a su cabeza –viva o muerta– significa que su supervivencia depende por entero de unir sus fuerzas con Bones.
Y no importa lo duro que Cat luche porque su relación se circunscriba únicamente al ámbito profesional, porque va a descubrir que el deseo dura para siempre... y que Bones no la dejará escapar otra vez.