La intriga de esta novela está basada en la idea de un crimen sin móviles, un crimen perfecto: dos desconocidos acuerdan asesinar cada uno al enemigo del otro, proporcionándose así una coartada indestructible. Bruno: alcohólico con problemas edípicos, homosexual latente viaja en el mismo tren que Guy: ambicioso, trabajador, adaptado. Empieza a conversar y Bruno, demoníacamente, fuerza al otro a hablar, a descubrir su punto débil, la única grieta en su ordenada existencia: Guy quisiera verse libre de su mujer, que le traicionó y que puede ahora obstaculizar su prometedor futuro.
Bruno le propone un pacto: él matará a la mujer y Guy a su vez, al padre de Bruno, a quien éste odia. Guy rechaza tan absurdo plan y lo olvida, pero no asó Bruno, quién una vez cumplida su parte, reclama al horrorizado Guy que cumpla con la suya.