Así es como va a ser, diosa. Hasta que no te rindas ante mí totalmente, no voy a tocarte. Hasta que el mundo sepa que me perteneces, no voy a besarte.
Voy a estar a centímetros de distancia, a tu lado. Voy a susurrar en tu oído y poner mi aliento en tu cuello, pero el calor de mi piel no sentirá el estremecimiento de la tuya hasta que te comprometas a mí por completo y sin reservas.