Lennox viaja con su novia Trudi a Miami, se olvida de la cocaína y el alcohol, e intenta volver a la normalidad tomando antidepresivos. Tras una discusión con Trudi, Roy se mete en un bar y empieza a beber vodka sin freno. Se le acercan entonces dos mujeres, Starry y Robyn, con cocaína y muchas ganas de fiesta. Los tres acaban en el piso de Robyn, y cuando están en plena juerga –e intentando no despertar a Tianna, la hija de Robyn–, llegan dos amigos de las mujeres.
Uno de ellos desaparece muy pronto y reaparecerá en la cama de la niña, que grita desesperada. Y a la mañana siguiente, tras una pelea y la desaparición de la madre, Lennox se encontrará a cargo de una precoz lolita de diez años, amenazada por una poderosa red de pedófilos.