El gran escritor británico Jeffrey Archer logra convertir la historia del mítico escalador George Mallory en una narración trepidante con un desenlace digno de las mejores novelas de suspense. En su exhaustiva recreación ficcionada, Archer se remonta a la infancia del alpinista, obsesionado ya por los desafíos extremos.
Después vendrán sus proezas de juventud, como la ascensión a la basílica de San Marcos como prueba de su amor por Ruth Turner, o su intento de escalar la Torre Eiffel. Pero donde el libro cobra mayor intensidad es en el malogrado ascenso del Everest, emocionante y rodeado de suspense, pues todavía hay numerosos interrogantes sin resolver para los que el autor propone algunas inquietantes respuestas.