Esta novela se convirtió en uno de los acontecimientos literarios de la última década. Fue rápidamente adaptada al teatro y luego llevada a la pantalla por Danny Boyle, uno de los jóvenes prodigio del cine inglés.
Sus protagonistas son un grupo de jóvenes desesperadamente realistas, habitantes del otro Edimburgo, el que no aparece en los famosos festivales, capital europea del sida y paraíso de la desocupación, la miseria y la prostitución, embarcados en una peripecia vital cuyo combustible es la droga.