No llega sola: la acompañan Angie, un chico araña, y Gale… o lo que queda de él. Su nuevo amigo se debate entre la vida y la muerte, y para ayudarlo a Adra no le quedará más remedio que recurrir a Décima, su vecina, mercenaria y fuente continua de conflicto, y a Jezek, su casero, un comerciante y alquimista drogadicto.
Pero algo se cuece en el bastión. El Baluarte ha llegado a la ciudad y los problemas acechan. Adra está a punto de descubrir que ni siquiera en Testamento se encuentran a salvo.
Opinión personal
4/5
En este libro bajamos un poco el ritmo, pero solo por un momento, mientras nos presentan un poco de que es Testamento y toda la ambientación postapocaliptica en que viven estos nuevos personajes que tendran peso suficiente en esta nueva etapa de la historia. Pero en definitiva el momento más crucial y esperado durante el libro anterior y este es el reencuentro entre Adra y Winston esto es más crucial que cualquier cosa. Espero con ansias el siguiente, porque sin duda cada vez se pone más y más interesante.