Tal era el poder de los inapreciables ojos mágicos del sobremundo, que podían exaltar a su portador a mundos de maravilla o hundirlo en el más tenebroso de los horrores. Por ello eran tan codiciados. Y así, Iucounu, el Mago Reidor, envió a un reacio ladrón, Cugel el Astuto, a una fantástica búsqueda para apoderarse de la valiosas y encantadas lentes violetas: en un arreisgado viaje por bosques de amravilla y paisajes encantados, a través de un mundo donde magia y ciencia son una sola cosa.
Esta segunda parte de la saga de la Tierra Moribunda está compuesta por varios relatos independientes pero con un fondo común:
Cil
El sobremundo
Faresm el mago
La cueva en el bosque
La mansión de Iocounu
Las montañas de Magnatz
Los peregrinos
Cil
El sobremundo
Faresm el mago
La cueva en el bosque
La mansión de Iocounu
Las montañas de Magnatz
Los peregrinos