Sinopsis:
La teniente Eve Dallas es una policía endurecida por todos los casos que a lo largo de su carrera ha tenido que resolver y por las extrañas y bizarras situaciones a las que se ha ido enfrentado, como la del hombre vestido de Santa Claus que acaba de arrojarse desde un edificio muriendo en el acto. Pero cuando esa mañana llega a la central lo que menos se espera es recibir una visita del pasado, una visita que hará que los recuerdos más dolorosos de su infancia, cuando era una niña indefensa, regresen a su mente con una cruel intensidad.
Trudy Lombard, la mujer que la adoptó y que hizo de su niñez un infierno, está sentada frente a ella con una sonrisa en la cara afirmando que desea saber cómo le van las cosas a Eve. Pero Roarke sospecha que tras esa visita no existen buenas intenciones… lo que se confirma cuando Trudy acude a su despacho exigiendo una importante suma de dinero a cambio de no desvelar los detalles más traumáticos de la infancia de su esposa. Roarke se niega en rotundo a caer en el chantaje y advirte a esa arpía que no vuelva a molestarlos a ninguno de los dos.
Unos días más tarde, el cadáver de Trudy es hallado en el suelo de la habitación del hotel en el que se hospeda, convertido en un amasijo de sangre y heridas. Eve, dejando a un lado sus emociones y cumpliendo con su trabajo, está decidida a resolver el caso, aunque sólo sea por el afligido hijo de Trudy. Pero, por desgracia, Eve no es la única que ha sufrido en manos de esta mujer y, junto con la ayuda de su esposo, se meterá de lleno en una tortuosa y peligrosa investigación para descubrir quién ha sido el responsable de que esta mujer pasara de ser verdugo… a convertirse en víctima.
