Pero no soy normal. Para empezar, tengo sentimientos hacia cierto cambiante lobo antisocial y su temperamental hermano… que resulta ser un hechicero… pero, entre tú y yo, me inclino más hacia el lobo.
No soy normal…
Además, mis amigos y yo estamos huyendo de una malvada corporación que quiere deshacerse de nosotros… para siempre.
No, no soy normal…
Y, por último, soy una necromántica alterada genéticamente que puede despertar a los muertos, con sus cuerpos putrefactos y todo eso, sin tan siquiera proponérmelo.
Soy todo menos normal.