Harry Bosch tiene la oportunidad de reabrir un caso en el que trabajó en el pasado y que había quedado sin resolución; se trata del asesinato de Marie Gesto, una joven desaparecida años atrás. Bosch tuvo siempre el presentimiento de que nunca la encontrarían con vida y cuando las circunstancias le forzaron a cerrar el caso, se quedó con la desagradable sensación de haber dejado escapar al culpable. Por ello recibe, entre escéptico y aliviado, la confesión de un hombre que alega estar detrás del asesinato de la joven.
Las circunstancias que envuelven el caso son atípicas dado el interés de un político por llegar a un pacto con el presunto culpable. Arguye que resultaría beneficioso para ambas partes: el detenido detallaría qué pasó con otros casos irresolutos cuya autoría se atribuye, evitando así la pena de muerte. A Bosch no le gusta la propuesta, pero no puede reprimir su deseo de cerrar un caso que le ha inquietado durante años.