Fui el primer humano que se enfrentó a los seres subterráneos y conseguí lo que quería: oro y algún secreto más. Ahora todo parece volver a la normalidad: he rescatado a mi padre y mi madre está empeñada en que seamos una familia normal. Me queda poco tiempo para mi última maniobra..
No sé si ni siquiera te mereces saber cuál es, pero, bueno, hoy me siento especialmente generoso, así que te adelanto que voy a chantajear a un magnate de la tecnología de la comunicación con un invento -mío, evidentemente-: el cubo B. Y, ahora, ¿a qué esperas para empezar a leer?