Todos han muerto con una sonrisa en los labios. Tres presuntos suicidios: un brillante ingeniero, un infame abogado y un controvertido político. Tres desconocidos que no tienen nada en común... ni motivos aparentes para querer acabar con sus propias vidas. La teniente de policía Eve Dallas encuentra las muertes sospechosas y pone en tela de juicio la tesis del suicidio. Su instinto resulta acertado cuando las autopsias revelan pequeñas quemaduras en el cerebro de las víctimas. ¿Se trata de una anomalía genética o de una nueva y elaborada forma de asesinar?
En su investigación, Eve se adentra en el inquietante mundo de la realidad virtual... donde las mismas técnicas concebidas para generar felicidad y deseo también pueden inducir a la mente humana para que se convierta en el arma de su propia destrucción...