Sinopsis:
La tierra esperaba por nosotros. El infierno había bajado del mundo celestial.
La cabaña estaba frente a nuestros ojos. Caminamos con un sólo propósito en mente. Ya no éramos los mismos. Yo no era la misma Leah. Me aferré con más fuerza a la mano que sostenía.
¿Apestaba a muerte? Sí. ¿Tenía miedo al futuro?... Miré a mi sanador. La respuesta fue: No. No tendría miedo siempre y cuando ellos permanecieran a mi lado. Observé a cada uno de mis amigos. Ellos me dejaron ver sus espíritus a través de sonrisas, sus ojos eran los espejos de las emociones y sentimientos humanos que cada uno de ellos poseía.
El don deseaba manifestarse… poseía vida propia. Pero ahora la diosa de las mentes se había fortalecido; el poder se había multiplicado. Mi voluntad y fortaleza, la mantenían los seres sobrenaturales que seguían nuestros pasos. Anika; la arcadia que representaba la amistad. Iris; la armonía. Byron; el guerrero de corazón justo. Dru; la luz proveniente en la oscuridad. Faciel; la hermosa criatura que simbolizaba la bondad.
André; la fortaleza. Mi fortaleza.
Yo.
